Con el Philips MCD299, la firma holandesa ha preferido ofrecer un diseño vanguardista antes que funcionalidades de última generación. Y es que no podemos tenerlo todo en un cine en casa de 350 dólares (225 euros al cambio).
Así el Philips MCD299 destaca por su diseño extraplano y acabados metálicos, que recuerdan poderosamente a los del Motorola V3. Sin embargo, sus funciones multimedia son bastante normalitas: reproductor de CD/DVD para 4 discos con puerta motorizada, puerto USB, sintonizador de radio FM y compatibilidad con archivos MP3, WMA yJPEG.
El apartado sonoro podría estar mejor. Al amplificador digital de 140 vatios RMS, tenemos que sumarle un par de altavoces planos, el subwoofer y la descodificación Dolby Digital, pero el soporte de audio DTS brilla por su ausencia. Las conexiones de vídeo tampoco son nada del otro mundo: salidas para vídeo compuesto y por componentes.
No hay escalado de imagen, ni salida de vídeo digital pero, como ya decíamos, no podemos pedirle más a un cine en casa tan barato. De todas formas, tampoco debe preocuparnos mucho, porque el Philips MCD299, por ahora, solamente está a la venta en algunos países asiáticos.
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